jueves, 13 de octubre de 2011

¿DE QUÉ SIRVE?



El alma amante de Dios sólo ansía unírsele por completo.

Para alcanzar unión tan perfecta oigamos lo que decía Santa Catalina de Génova: Para llegar a la unión con Dios son necesarias las adversidades, porque Dios, por su medio, destruye todos los desordenados movimientos de nuestra alma y de nuestros sentidos. Y, por esto, injurias, desprecios, enfermedades, pérdidas de parientes y de amigos, humillaciones, tentaciones y demás contrariedades, nos son sumamente necesarias, para que, batallando y de victoria en victoria, lleguemos a extinguir en nosotros las perversas inclinaciones de parecernos desagradables, pues mientras que el amor divino no nos la torne amables, no llegaremos a la divina unión”.

Práctica de amor a JesucristoSan Alfonso María de Ligorio

Comentario:
¿De qué sirve tener honra, honores, dinero, salud, si al final, uno termina en el Infierno?

Por eso debemos agradecer a Dios cuando nos manda alguna tribulación en este mundo, ya que de esa forma es como un sacudón que nos hace reaccionar y ver lo mudable y pasajero de esta vida, y nos hace pensar en las cosas del Cielo.

¡Pobres de quienes viven tranquilos en este mundo, sin ningún problema y con la vida fácil, pues quiere decir que Dios se ha olvidado de ellos y no se salvarán!

En cambio quien tiene muchas pruebas en este mundo, es señal de que Dios lo quiere en el Cielo, y lo va purificando con los trabajos de esta vida.

Cuando entendamos estas cosas, entonces bendeciremos las cruces y contrariedades de la vida, puesto que nos van desprendiendo de lo pasajero y nos van apegando a lo eterno.

No otra es la enseñanza de esa bienaventuranza que pronunció el Señor: Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados. Que se complementa con esta otra sentencia: “¡Ay de los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!”.

Miremos las cosas con los ojos de Dios, con los ojos de la Fe, y entonces se nos abrirán muchos secretos, y en especial, se nos iluminará el gran secreto de la cruz.

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